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Es concepto psicológico (preblem solving) que tiene cierta conexión con el “counseling” y con las técnicas de asesoramiento moral más o menos directivas.
Es tradicional en la ascética cristiana la consejería personal o la dirección espiritual. Pero también es frecuente identificar el sacramento de la penitencia con un proceso psicológico y moral de expresión de arrepentimiento y de obtención de consuelo y desahogo espiritual.
El educador de la fe debe diferenciar bien los diversos actos y procesos de lo que es la catequesis y cómo se diferencia radicalmente de lo que es la dirección espiritual. Su labor es la formación de la conciencia y la instrucción de la mente, con miras a lograr la educación de la fe. La animación personal, la dirección espiritual, el acompañamiento cordial y la estimulación de la virtud y de la convivencia son tareas complementarias y corresponden más al animador de grupo, al consejero y al director espiritual.
La solución de problemas entre en esta segunda dimensión. Pero también en ella hay que resaltar la conveniencia de que, tratándose de jóvenes, incluso de niños, suele ser más beneficioso moral y espiritualmente ayudar a que los mismos sujetos resuelvan sus problemas y que no se acostumbren a que otros los resuelvan. El paternalismo puede ser tan nefasto a la larga como el abandono.
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